Ante la irregularidad de las calles de nuestra Tegucigalpa, los capitalinos se las ingenian para dar referencias, se usa de todo pero las esquinas fueron en un tiempo herramientas eficaces para dar direcciones tal como nos lo cuenta Carlos Arturo Matute de La Tribuna en su artículoEsquinas, sitios para dar direcciones

Antes de establecerse la nomenclatura en Tegucigalpa y Comayagüela, con nombres, numeración y orientación cardinal, los habitantes de este término municipal utilizaban como referencia, para direcciones, sitios conocidos desde los cuales se orientaban para dirigirse a los lugares donde querían llegar.

2. Esquina del Banco de Honduras, media cuadra al poniente la casa del maestro Esteban Guardiola.
2. Esquina del Banco de Honduras, media cuadra al poniente la casa del maestro Esteban Guardiola

Era muy común señalar las direcciones en distancias por cuadras y se partía hacia los puntos cardinales con tanta facilidad, porque el poblado era pequeño y había sentido de vecindad, ya que todo mundo se conocía.

Los negocios, los edificios públicos, las plazas y las iglesias eran sitios referentes para las direcciones y cuando uno preguntaba dónde quedaba la casa de la familia Flores Cubas la respuesta clásica era “de la pulpería de Chinda Días cuadra y media al oriente, una casa de portón café antes de llegar a la Corte”.

Esa costumbre hizo que muchas esquinas de cuadras se hicieran famosas en Tegucigalpa y Comayagüela recordando algunas de ellas que hoy pasan desapercibidas, pero que son parte de la historia de la ciudad capital.

Recordaremos para el caso, si usted preguntaba donde funcionaba el Duncan Mayan le respondían de inmediato “media cuadra al oriente de la esquina de Salvador Schacher” y usted llegaba sin perderse al recordado restaurante capitalino. La esquina de Schacher era el almacén que quedaba en los bajos del hotel Las Américas, en el edificio Medina Planas en la avenida Colón (FOTO 1).

Si usted indagaba por la casa de don Esteban Guardiola en el centro de la ciudad, la dirección más exacta era “media cuadra al poniente de la esquina del Banco de Honduras” (FOTO 2) y no había pérdida para llegar a la casa del insigne maestro.

3. La esquina de Los Corredores donde se encontraba el Café de París en el centro de la capital.
3. La esquina de Los Corredores donde se encontraba el Café de París en el centro de la capital.

Esos ángulos de edificios significaron entonces en la vieja ciudad no solo el punto indicativo de direcciones, sino que en muchos casos sitios de reuniones como la esquina del edificio de Los Corredores, donde se encontraba el Café de París (FOTO 3).

Lo mismo acontecía con la que se encontraba en el propio corazón de la ciudad, donde estaba instalado el Jardín de Italia, la cafetería preferida por la juventud de la dorada época de los años cincuenta (FOTO 4).

Enfrente estaba la esquina de la Joyería Cantero que en la temporada de los fuertes vientos a partir de octubre, era muy frecuentada porque se formaban unos remolinos que sorprendían a las muchachas que transitaban con sus acampanadas faldas, ocasión que servía para observar las torneadas piernas de las jovencitas que desesperadamente luchaban con aquellos traviesos vendavales.

Otra esquina famosa la de la casa de la familia Wattson-Reina en el barrio Los Dolores, una antigua residencia de dos plantas; el edificio donde estuvo ubicado por muchos años el Chico Club, en Comayagüela, la casa de Monseñor Fiallos que después de su muerte le sirvió de estudio a la Foto Valdez y que formaba esquina entre la calle Real y la primera calle de la ciudad gemela (FOTO 5).

Muy concurrida por el negocio instalado fue la esquina de “La Magnolia” en la calle Real frente al Parque La Libertad en Comayagüela e igual lo fue en el centro de Tegucigalpa la de la pulpería de Chinda Díaz tras la Catedral y la opuesta al templo metropolitano, donde estuvo el Hotel Ritz sitio donde años después se construyó el Hotel Prado .

4. La esquina del recordado Jardín de Italia en la Avenida Paz Baraona, hoy Paseo Liquidambar.
4. La esquina del recordado Jardín de Italia en la Avenida Paz Baraona, hoy Paseo Liquidambar.

Otra esquina de la antañona ciudad está sobre la Avenida Cervantes y es el antiguo Palacio Arzobispal construido por Bressani en La Plazuela, lugar que guarda mucha historia porque fue residencia de Arzobispos desde Hombach hasta Santos y Hernández, sitio que bien puede destinarse a Museo Eclesiástico en el 2016, cuando se cumpla el centenario de la creación de la Arquidiócesis de Tegucigalpa.

Otras esquinas históricas de la ciudad la antigua Casa Presidencial, la del Correo Nacional, la casa de don Donato Díaz Medina frente al Parque Valle que todas las tardes reunía a connotados abogados entre los que recordamos a mi padre, al Dr. Juan Manuel Gálvez, a Martín Pérez, Alberto y Luis Galeano y personajes de la vecindad como don Benjamín Henríquez y al propietario del inmueble.

En Comayagüela la esquina de la casa del Abogado Antonio R. Reina en la calle real edificación que sucumbió con la llena de la tormenta tropical Mitch en 1998, otra la del Hospital La Policlínica, la panadería Universal de la familia Vásquez Cao, la casa de don Carlos Sierra esquina oriental opuesta al Parque La Libertad y la agencia de don Augusto Daniel en la tercera avenida y novena calle.

Otras , la casa donde nació el general Francisco Morazán, la casa de don Urbano Quezada y la de don Zoilo Valle entre el centro y el barrio El Jazmín, la esquina de la casa de la familia Agurcia, la escuela José Trinidad Reyes, donde hoy se levanta el edificio “Trinidad”, la escuela Álvaro Contreras en la zona de Los Dolores el Instituto Honduras en la calle de Las Gradas en el Barrio La Ronda, la esquina de los Fortín Lardizábal frente al parque central, la escuela José Cecilio del Valle en el Guanacaste, la casa de los Díaz Gómez en la calle paralela a Las Damas, la esquina de la farmacia Cruz Roja en el Barrio Abajo, donde los muchachos esperaban lejos de la mirada de las monjitas a sus novias que estudiaban en el María Auxiliadora, la casa de la familia Velasco-Laínez opuesta a la frutería El Rábano , el Bording House Hondureño frente a la Presidencial, la de la cantina “Las Camelias” y opuesta a esta la del Zanzibar, la esquina del bazar Colón en la calle del Comercio.

Estas esquinas famosas constituyen otro de los imborrables recuerdos de la vieja Tegucigalpa, muchas de ellas desaparecidas y otras que todavía se mantienen como mudos testigos de la historia citadina.

Foto de portada de SAP


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