Toco el timbre de Paradiso, el único timbre que he tocado en años y espero que me abran. Paso y me siento en la parte de fumadores; rápidamente se me acerca alguien con el menú. Le pido un cenicero y le digo por lo que vengo, una entrevista con la famosa Anarella Vélez. Me dice que me espere un momento mientras termina de almorzar. Pido un café cappuccino, o como es conocido aquí, un Ungaretti, en honor al poeta Italiano. Enciendo un cigarro y repaso mis preguntas…1977 de Ana Tijoux suena en el fondo, algo que no sonaría en ningún otro café, pero por eso amo este lugar.

Paradiso

Después de un par de cigarros y de terminar mi café me atiende la doctora. Le explico un poco el motivo de la entrevista y con una sonrisa me dice que empecemos.

¿Cuál fue el propósito inicial de crear el café?

Pues crear un espacio donde gente como mi esposo, el poeta Rigoberto Paredes, y yo, que somos ambos escritores, se sintieran cómodos. Entonces creamos un espacio donde nuestros pares, nuestros iguales se sintieran bien.

¿Por qué escogieron El Centro?

Bueno, porque yo soy historiadora y para mí el casco histórico es el corazón de la ciudad. De hecho, nuestro eslogan es “Somos el único lugar en el corazón de Tegucigalpa donde usted y la cultura hacen buena compañía.”

¿Cuál piensa usted que es el éxito del café?

Bueno pues, uno porque tanto mi esposo como yo somos creadores, somos intelectuales y tratamos a la gente como nos gustaría que nos trataran.

Paradiso

¿Cómo han ido cambiando los artistas que se presentan aquí?

De hecho aquí se presentó Guillermo Anderson la primera vez. Muchos de nuestros artistas ya consolidados pasaron por Paradiso primero, nuestra política ha sido tener nuestras puertas abiertas con la gente que no tiene otros espacios, entonces nosotros se los abrimos para infundirles confianza, para que se reafirmen en su aptitud de creador o creadora. Mucha gente, desde jovencita, en 1988, ha pasado por aquí y en la actualidad ya son gente consolidada.

¿Cuáles son los retos de trabajar en El Centro?

Lo que me parece es que falta limpieza en las calles, hace falta seguridad, también hay que tratar de crear una cultura en la gente, de amar el pasado, eso es lo que nos da identidad, es lo que nos hace específicos, especiales, únicos. Hoy en día tú ves que la arquitectura es muy generalizada, en la época de la globalización todo se parece. Lo que nos hace únicos es nuestro pasado, como a ti te hace único tu familia, tu padre, tu madre, a nosotros nos hace únicos nuestras ciudades, edificios y arquitectura, por eso creo que difundir esa cultura de identidad vale la pena.

¿Tres deseos para El Centro?

Primero ver sus calles hermosas, que la ciudad se vea hospitalaria, que la gente venga al Centro con tranquilidad, a ver cosas hermosas, que la ciudad organice conciertos, obras de teatro en el Parque Central, que la ciudad tenga objetivos para satisfacer a la ciudadanía. La alcaldía tiene que tener políticas culturales, atraer a la gente atreves del arte, poesía, teatro, danza y música, eso hace falta para que la gente vuelva al centro.

Con esto, termino mi entrevista, le doy las gracias por atenderme, se disculpa por hacerme esperar, cuando era su tiempo de almuerzo. Le pido un último favor: una foto para acompañar el artículo. Me dice, “Claro que sí, y sabes que quiero también, que esta calle fuera toda peatonal, que pudiéramos tomar café en las aceras como en Paris, Barcelona o la zona rosa en México, gente con sombrillas, claro con la seguridad que nadie te va a llevar la sombrilla.”

Paradiso

Ambos nos reímos; me despido y me dice salúdame a tu papa y a Teresa, ella conoce, sabe de lo que habla y fue un placer haber hablado con ella.


Una Respuesta a “Entrevista: Dra. Anarella Vélez”

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