En dirección norte de Tegucigalpa, en una de las pequeñas colinas al pie del Cerro El Picacho se edificó una magna residencia la cual es testigo de parte de la historia de Honduras.

La Honduras de principios del siglo XX, Roy Gordon, un acaudalado hombre de negocios responsable de la explotación de las minas de San Juancito construyó una casa con todos los lujos de la época, en su trabajo encuentra un discípulo en quien invierte tiempo e influencias para que destaque y sus esfuerzos son recompensados ya que ese joven destaca con luz propia.

Un viaje de negocios y el encuentro súbito con el infortunio ya que pierde la vida en un accidente aéreo, tragedia y dolor y una enorme sorpresa, había dejado su fortuna a su amigo Julio Lozano Díaz, quien se convertiría próximamente en Presidente de Honduras.

Una residencia que después de la muerte de Lozano se convirtió en un museo para los hondureños.

Toda una interesante historia que nos cuenta Carlos Arturo Matute de La Tribuna en el artículo Villa Roy  del cual les presentamos el siguiente extracto:

* ¿Sabía que bien hubiera podido instalarse en El Picacho, en el cerro Juana Laínez… o en la colonia Miraflores? Algo cambió los planes…
* Museo “Villa Roy”. Conoce con detalles su historia. Hoy una falla geológica lo tiene en abandono…

Le heredaron la linda residencia. Expresidente Julio Lozano Díaz. Gobernó de facto. Cuadragésimo presidente de de Honduras tras la renuncia del presidente Juan Manuel Gálvez. 5 de diciembre de 1954 - 21 de octubre de 1956. En esta fecha las Fuerzas Armadas lo conminó a que abandonara el poder y lo entregara a una Junta Militar.
Le heredaron la linda residencia. Expresidente Julio Lozano Díaz. Gobernó de facto. Cuadragésimo presidente de de Honduras tras la renuncia del presidente Juan Manuel Gálvez. 5 de diciembre de 1954 – 21 de octubre de 1956. En esta fecha las Fuerzas Armadas lo conminó a que abandonara el poder y lo entregara a una Junta Militar.

 

Seguimos en la zona de La Concordia, subida a barrio Buenos Aires. En la edición pasada te dimos a conocer parte de la historia de esta hermosa mansión que abrigaba en su seno al Museo Republicano “Villa Roy”. Hoy, complementamos, en la última entrega.

Debido a una falla geológica en el vulnerable suelo de este tramo norte de la capital, sus cimientos fueron hundiéndose, las paredes se rajaron, pisos resquebrajados y un enorme hueco en la bodega de su interior, dio el banderillazo de salida de este lugar de buena parte de la riqueza histórica de nuestro país.

Valiosas piezas fueron rescatadas por la acción del Cuerpo de Bomberos, Copeco y personal administrativo del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) y trasladada a la antigua Casa Presidencial. Otro tanto “se encuentra en un lugar secreto y seguro”, confiaron.

La lucidez y encanto de aquella hermosa residencia ya es pasado. Hoy nos recibe con su cara triste de abandono. El destino le marcó su fin…

 

 

 

LINDA MANSIÓN

Unos pasos atrás, al pasado. Fue diseñada por el arquitecto italiano Augusto Bressani siendo el maestro constructor y decorador don Samuel Salgado con marcada influencia italiana en el marco de un estilo palladiano en su fachada y espacios interiores.

La obra se inició en la parte superior de una loma del sector conocida como Miramesí. Era el año de 1931. Durante sus años como gerente general de la Rosario Mining Company (explotación minera) el señor Roy Gordon conoció a un joven que trabajó como perito en la compañía antes de 1915. Su nombre: Julio Lozano Díaz.

Imponente foto histórica. “Villa Roy”. Diciembre de 1936. La obra se inició en la parte superior de una loma del sector conocido como Miramesí. El predio tenía cerca de 8,200 varas.
Imponente foto histórica. “Villa Roy”. Diciembre de 1936. La obra se inició en la parte superior de una loma del sector conocido como Miramesí. El predio tenía cerca de 8,200 varas.

Vio en él su alto sentido de responsabilidad y diligencia. Premiando su dedicación y seriedad en el trabajo lo mandó a los Estados Unidos para estudiar la carrera de Perito Mercantil.

Debido a su buena formación Lozano Díaz logra destacarse a nivel nacional. Con antelación al cargo de Administración de Aduanas del departamento de Atlántida en los años 20, “Lozano se había desempeñado tanto en la empresa privada como en el Estado”.

Primero, en la New York and Honduras Rosario Mining Company donde llegó a ocupar el puesto de Jefe de Contabilidad. Después en la Cuyamel Fruit Company. Para 1915 ya se desempeñaba como Administrador de Rentas de Cortés”.

 

POLÍTICO

Por su trayectoria laboral lo convertiría en el hombre de confianza, el fiel y único amigo del adinerado gerente general don A. Roy Gordon.

Aunque este abandona la compañía, Lozano Díaz siguió manteniendo muy buenas relaciones con Gordon quien para 1920 se convertiría también en vicepresidente de la Rosario Mining Company.

Durante sus 24 años a cargo de la gerencia de la compañía vivió su máximo apogeo económico obteniendo ganancias “en el año de 1925, de $1,763,023”. La amistad de Gordon a Lozano Díaz se manifestó en su apoyo a la diputación por el departamento de Tegucigalpa en el gobierno de Vicente Mejía Colindres, entre 1929-1932.

En 1931 don Roy contrata al arquitecto italiano Augusto Bressani para que diseñara esta bella mansión. A pesar de su fortuna, no tenía familia. Era un hombre solitario. La ocuparía como su residencia en Tegucigalpa porque radicaba en San Juancito donde estaba la mina.

Su ideal era alojarse aquí en sus viajes de negocios y atender a sus amigos teniendo, por su alta posición económica, múltiples compromisos sociales. Aunado a que era un distinguido rotario.

La obra se inició en la parte superior de una loma de la zona conocida como Miramesí, en un predio de alrededor 8,200 varas. Uno de los más grandes negocios que emprendió Roy Gordon fue la creación de la “Empresa de Transportes Terrestres “Dean” sucesores Gordon & Sholes”.

A principios de 1931 la empresa se expande. Inició su servicio aéreo comprando un aparato “fokker” y un “bellanca” que pertenecían a la “Tela Railroad Company”.

MUERE

Don Roy Gordon. Acaudalado gerente de la minera de San Juancito. En su memoria se le puso “Villa Roy”. Murió en un accidente aéreo y dejó algo histórico en su testamento…
Don Roy Gordon. Acaudalado gerente de la minera de San Juancito. En su memoria se le puso “Villa Roy”. Murió en un accidente aéreo y dejó algo histórico en su testamento…

En 1932, el gerente don Roy Gordon viaja a Estados Unidos a fin de comprar dos aviones de la marca “Waco”, para extender su servicio. Desgraciadamente, al volar cerca de San Jerónimo, México, una tempestad destruyó el avión en que se transportaba y pierde la vida junto con el copiloto.

Se creyó en su momento de dar la infausta noticia que el otro avión que traían había corrido la misma desgracia. Pero no. Milagrosamente salió bien de la tormenta y llegó sin mayores problemas a Tegucigalpa con su tripulación.

Con esta adquisición, la “Dean” aumentó sus servicios a los demás departamentos del país. Paradójicamente -cuentan- lo que para unos fue tragedia para otros fue un golpe de suerte.

Con ocasión de la muerte de Mr. Roy, don Julio descubrió que había sido escogido por este como su heredero universal. Toda la fortuna de un hombre inmensamente rico para su época y para cualquier otra, fue traspasada a su contador don Julio Lozano Díaz “en gratitud por su amistad y sobre todo por su lealtad y don de gente”.

Toda esta historia que se sabe oralmente sobre la heredad de Julio Lozano Díaz, se puede comprobar de esta forma. La Empresa de Transportes “Dean” Gordon & Sholes”, fundada en 1930, pasó a llamarse a partir de 1932, año en que muere don Roy Gordon, “Empresa de Transportes “Dean” Sholes & Lozano” confirmando así el traspaso de todos sus bienes, propiedades y acciones a nombre de Julio Lozano.

Hecho curioso. A esta zona entre barrio Buenos Aires y La Concordia, las viejas generaciones todavía la conocen como “La Dean”.

¿POR QUÉ “VILLA ROY”?

Los trabajos se reiniciaron en 1936 concluyéndola casi en su totalidad. Es hasta 1940 que pasó a ser la casa de habitación del renombrado matrimonio Lozano – Vijil, (casado con doña Laura Vijil).

En esa época se acostumbraba poner nombres a las residencias temporales que se catalogaban como villas, y su heredero, en memoria de su protector, decidió bautizarla como “VILLA ROY”.

1931. Los primeros cimientos de la construcción de “Villa Roy” los tienes aquí. Y en otro tramo de la historia, ya avanzada la obra.
1931. Los primeros cimientos de la construcción de “Villa Roy” los tienes aquí. Y en otro tramo de la historia, ya avanzada la obra.

Al morir don Julio Lozano Díaz en Miami un 20 de agosto de 1957, doña Laura quedó sola en aquella gran mansión (no tuvieron descendencia) y se dedicó a servir en labores sociales y a luchar por la igualdad de derechos de la mujer ante la sociedad. Se dice que fue de las dinámicas damas que apoyó la construcción en sus inicios de la Basílica de Suyapa.

Según más interesantes datos proporcionados por ejecutivos del Instituto de Antropología e Historia (IHAH), en 1973, técnicos de la unidad cultural de la OEA llegaron al país a fin de diseñar el local para el museo y ubicarlo en el lugar apropiado.

Inspeccionaron el cerro Juana Laínez, El Picacho y otros sitios ubicados en la vía que conduce a la actual colonia Miraflores. Un hecho fortuito cambiaría los planes.

El 22 de agosto de 1974 fallece doña Laura Vijil de Lozano. En su testamento constó que donaba la residencia Villa Roy para instalar en ella el Museo Nacional. Hubo sus condiciones: “En caso de no instalarse el museo en el curso de 10 años la donación quedaría anulada”.

PRIMERO MUSEO NACIONAL

De 1976 hasta 1996 albergó el Museo Nacional. Luego de una revisión, el IHAH decidió que sería la sede del “Museo de la Historia Republicana” que abrió sus puertas en 1997.

Como ya te hemos trasladado, debido a una falla geológica que atraviesa este lugar, la hermosa edificación ha sufrido daños desde los años 80. Es por ello que el museo como tal cierra sus puertas a los visitantes en agosto de 2010 para hacer trabajos de reparación.

VILLA-ROY-7Ha pasado el tiempo. Hoy aquí solo quedan vestigios de una era de esplendor arquitectónico y aprendizaje. El impacto de la residencia “Villa Roy” en la memoria histórica de la población de Tegucigalpa será siempre relevante. Gran impresión para la época en que se construyó y erigirse como símbolo en el centro histórico.

Atesoró grandes momentos como parte de la historia de nuestro suelo que todos debemos saber y que has conocido ahora con lujo de detalles. Fortaleciendo tu conocimiento. Parte de un valioso legado de nuestra cultura nacional.

Y por hoy hasta aquí, hemos dejado otra HUELLA imborrable en el pedregoso camino de un ya largo trajinar.

 


6 Responde a “Villa Roy, de casa de un Presidente de la República a Museo”

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