1 de enero de 1978, los que entraron fue porque La Fuerza les acompañó

24 de diciembre de 1977, niños y jóvenes reventando cohetes y abriendo regalos, una navidad que pudo ser cualquiera pero que tuvo un componente especial y era el anuncio de que el 1 de enero de 1978 se exhibiría en los cines Palace y Lido de Tegucigalpa la tan afamada película de Guerra de las Galaxias….

31 de diciembre de 1977, fin y cambio de año, celebración por doquier, fiesta y desvelo para la mayoría excepto para los que se preparaban para ir el siguiente día al cine para ver la Guerra de las Galaxias, cuya primera tanda iniciaba a las 9:00 a.m….

1 de enero de 1978

7:00 a.m., se comienzan a armar las filas para comprar los boletos de entrada al cine, una taquilla cuyas ventanillas daban en dirección a la calle que cruza entre el Bazar Monica y el Hotel McArthur, ventanillas que serían abiertas una hora antes de la función…

8:00 a.m., la fila hasta ese momento estaba “ordenada” y ya recorría de forma serpenteante toda la calle frontal del cine y se extendía por más de una cuadra a la redonda, enormes forcejeos en la medida que los minutos pasaban, gritos, burlas  y maldiciones, sudor al por mayor, ansiedad al extremo y todos con los 2 Lempiras en la mano para lograr entrar al cine…

Al abrirse las ventanas de la taquilla estalló una locura colectiva y la presión de aquellos que estaban detrás en la fila más los colados de siempre crearon un incontrolable mar humano en el vestíbulo exterior de acceso al cine , un sonido contundente y gritos al ver desplomarse las cortinas de hierro que limitaban el interior del cine, un terremoto parecía pero aun así la gente no se movió de su puesto y apretándose unos contra otros avanzaban lentamente con los dos Lempiras en mano, todos aquellos a quienes la Fuerza les Acompañó lograron tomar su boleto y exhibían ante los demás el tan preciado tesoro que les costó mas de un codazo…

Los que lograron llegar a la taquilla pagaron dos Lempiras, los que no, tuvieron que comprar su boleto en el mercado negro que ya los vendía a cuatro pero a nadie le importó porque valía la pena ser de los primeros en ver La Guerra de las Galaxias, el día que tembló el centro de Tegucigalpa hace 37 años…

Y usted, ¿recuerda ese día?