Probablemente una de las iglesias más pintorescas y menos conocidas de la ciudad, una mezcla de señorío y humildad, la iglesia de San José de la Montaña se encuentra en la parte más alta del barrio Buenos Aires, una estructura que obligadamente fue remodelada en los años 80 después que su estructura de madera original casi se derrumbara, esta actividad se logró gracias a la participación directa del Ingeniero Alberto Martínez Fernandéz y con quien tuve la suerte de colaborar en el dibujo y supervisión de la obra, una experiencia inolvidable que cada mañana arrancaba suspiros de aliento al subir sus gradas.

Para llegar a la iglesia es necesario caminar por un nutrido conjunto de gradas las que han sido finamente arregladas en el proceso electoral pasado.

Les invitamos a conocer otra visión sobre esta parroquia desde la óptica de SAP de la página SkycraperCity que compartimos a continuación y que también puede leer en San José de la Montaña

En la periferia del centro histórico de Tegucigalpa se ubican varias iglesias, ciertas de ellas de pequeño y mediano tamaño, no obstante, al estar enclavadas en las partes más altas de sus barrios y colonias, se presentan señoriales como sí emularan el Gólgota. No serán del tradicional diseño colonial o barroco, pero sus estructuras a la distancia captan la atención del transeúnte. Nos referimos algunos templos religiosos edificados con diseños modernos y originales, como los imponentes San Martín de Porras en el barrio Morazán o el ya desparecido San Cayetano en La Cabaña. Pero posiblemente la más llamativa sería la parroquia San José de la Montaña en el vecindario del mismo nombre.

Ubicación.
Tope norte de Calle Buenos Aires culminando en gradería que conducen hacia parroquia San José de la Montaña.

Aunque no hay datos precisos, su historia se remonta a los años veinte del siglo pasado con el levantamiento de una pequeña capilla de madera conmemorando a San José carpintero en las laderas de El Picacho. Para ese tiempo, la empinada zona a un poco más de un kilómetro al norte del centro de Tegucigalpa, la conformaban una serie de caseríos denominados conjuntamente como “Buenos Aires”, nombre dado por el clima fresco que gozaba todo el año. Durante el período presidencial de Carías Andino, la capital se beneficia con la expansión burocrática intensificándose su población. Se abren nuevas vías y se distribuyen ejidos para la construcción de nuevas viviendas, entre ellas la expansión de 5ta. Avenida (Calle Buenos Aires) y la lotificación de antiguas fincas particulares, eventualmente creándose nuevos barrios como San José de la Montaña.

Para mediados de los cuarenta se termina la construcción de Calle Buenos Aires instalándose una amplia escalinata hacia barrio San José de la Montaña en su extremo norte. En 1947 se reedifica la iglesia con materiales extraídos y elaborados en las cercanías del sitio en el barrio La Cantera. El inmueble de unos 250 metros cuadrados presenta una fachada sencilla de un solo cuerpo coronada con una espadaña con fuerte pendientes. Destaca el uso de piedra y cal en un acabado rustico en toda su composición. La capilla posee un único acceso con arco de medio punto enfatizado con dovelas y flanqueado por ventanas angostas de las misma características decorativas de la puerta principal.

En su interior de una sola nave y entre dos pequeños espacios laterales que sirven de sacristía y capilla menor y a las que se acceden por puertas rectas con derrame, se ubica el altar principal. Una de las mayores modificaciones realizadas a la iglesia en tiempos reciente ha sido el cambio de la forma del techo, remplazándose el artesonado de madera y cubierta de teja de barro por estructura metálica, ahora con ventanales que permite el paso de luz al interior del inmueble. Otra alteración sería la anexión de un espacio de usos múltiples en su costado oriental construido de bloque de concreto. El ambiente de baja altura es rara vez utilizado por ser oscuro, húmedo y pobremente ventilado.

Fachada principal.
Detalle de campanario

En sí la parroquia en buen estado de conservación, y junto con su escalinata de acceso, se aprecia imponente contribuyendo a las numerosas vistas espectaculares de la capital. Sin embargo, el conjunto podría aportar un poco más al barrio que sirve. Su mayor impedimento es su estrecho atrio, una minúscula plaza de apenas dos metros de ancho frente a la estructura que limita actividades al aire libre. A la falta de este espacio vital se recomienda la incorporación de una plaza informal en su perímetro occidental. En este vecindario netamente peatonal, la cruzan estrechos senderos que la mayoría radian desde la iglesia y plazoleta, que una vez incorporado y rehabilitado, reforzaría su rol comunitario. Aparte de realizar celebraciones religiosas, como los tradicionales Día de la Cruz (3 de mayo) y patrono San José (17 de junio), otras culturales y comerciales podrían sumarse, pero el mayor beneficio del espacio abierto sería de oasis de paz y tranquilidad en este populoso barrio a veces inseguro y hasta violento..


8 Responde a “San José de la Montaña”

  1. Beh! Se il capo degli idioti avesse scelto di governare invece di cazzeggiare, quagliariello e Viuolante non ci sarebbero stati e come si dice in casi del genere? Chi troppo vuole nel nostro culo lo mette, proprio come i “VECCHI PARTITI” o non vi pare grilli del caiser?

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