Los espacios para la práctica de deportes y ejercicio físico en nuestro centro capitalino prácticamente ya no existen, una cruda realidad que los ciudadanos debemos enfrentar, en vez de haber más espacios cada vez son menos y así menos lugar para que nuestra juventud se desarrolle y aleje de los vicios y malas costumbres.
El Centro también era el centro de los deportes
Por muchas décadas el Casco Histórico de la capital también era el centro de las instalaciones deportivas y de todas ellas la que tenía mayor extensión y variedad era el Centro Recreativo La Isla, sitio que fue destruido por las fuerzas de la naturaleza y que después se convirtió en un mercado con el mismo nombre, solo con la eliminación de ese centro deportivo, miles de jóvenes se alejaron de la práctica de deportes como el baloncesto, fútbol, voleibol, natación y otros, pérdida que se fue uniendo con otros sitios que hoy solo son historia.
Pero la pérdida no concluyó con la Isla, continuó con el Gimnasio Rubén Callejas Valentine, el cual fuera en sus primeros días, en el tiempo de Carías, todo un templo para la gimnasia, una vez más la naturaleza se encargó de borrar del mapa a otra joya para la práctica del deporte y más jóvenes se alejaron de sanas costumbres, y nadie de nosotros dijo nada, solo lo aceptamos como si no existiera otra opción.
De las “de antes”, sobreviven las canchas de El Obelisco, La Leona y El Guanacaste, instalaciones que sólo tienen la capacidad de atender a los vecinos y que tienen que alternar con otros usos, una pérdida de espacios que no vemos que nadie hable al respecto, un tema de suma importancia si pensamos en las nuevas y futuras generaciones.
Hoy que la Alcaldía Capitalina por fin está atendiendo a la ciudad, creemos que es un buen momento para tratar de aumentar los espacios para la práctica del deporte en el centro, ¿por qué no habilitar de forma pública lo que fue el Callejas Valentine?, Si se tiene destinado el estacionamiento frente al Estadio Nacional como mercado de fines de semana, ¿Por qué no habilitar canchas desmontables tal como lo hiciera Carías en 1948 con el Estadio Nacional?, estas y otras ideas podrían ayudar a recuperar lo perdido y hacer que más vuelvan al centro también para hacer deporte.
¿Y usted qué opina?
