Por muchas décadas se ha manejado la tesis que bajo las calles de la antigua Tegucigalpa se encuentran túneles que conectan ciertos sitios históricos de nuestra capital, algunos usados como pasadizos secretos entre iglesias, otros como escondites, pero nadie hasta ahora se ha atrevido a decir si existieron o no, hasta que diario La Tribuna a través de su reportera Carolina Fuentes logró entrevistar a alguien que da fe de la existencia…
Por: Carolina Fuentes
¿Hay túneles en el centro de Tegucigalpa? Las historias de pasadizos secretos que comunican las iglesias Los Dolores, La Catedral o La Merced son muy populares entre los capitalinos. Se dice que esos pasos estrechos y subterráneos eran usados por los sacerdotes católicos, por militares y por el propio general Tiburcio Carías Andino. Y aunque resulta fascinante imaginar otra parte de la ciudad bajo tierra, ¿qué tan cierta es la existencia de túneles?
Para despejar dudas, LA TRIBUNA les consultó a los historiadores del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) sobre la veracidad de estos relatos que son parte del folclore de Tegucigalpa.
¿Ha oído hablar de la existencia de túneles en el centro de la ciudad?, se le consulta al historiador del IHAH, Nelson Carrasco.
El profesional manifiesta que “básicamente se ha manejado que hay dos túneles famosos, uno que conecta la iglesia Los Dolores con la Catedral y otro que conecta la Catedral con la iglesia San Francisco. Pero hasta la fecha no se ha comprobado la existencia de estos túneles”.
Carrasco expresa que en el caso del supuesto túnel que hay en la iglesia Los Dolores, “se comprobó que no existía cuando se hizo el hoyo de Merriam, porque por fuerza se tuvo que descubrir debido a la magnitud de esa obra”.
La imaginación también ha llevado a muchos a fantasear con la existencia de túneles que conectan inmuebles antiguos que ni siquiera fueron construidos en la misma época.
“Por ejemplo, entre la iglesia San Francisco y la iglesia Los Dolores hay más de un siglo de diferencia; para hacer un túnel habrían tenido que tocar otros inmuebles que ya estaban sobre este territorio”.
¿Entonces, no hay túneles?, se le pregunta a Carrasco, quien advierte que “no lo negamos, que haya o no haya, pero hasta el momento no sabemos eso”.
¿CÓMO SURGIÓ EL MITO?
Si a ciencia cierta nadie ha entrado a uno de esos supuestos túneles, ¿de dónde surgió la idea de que en Tegucigalpa hay de estos pasadizos?
El historiador del IHAH, Dennis Portillo, cuenta que en muchas de las casas antiguas de Tegucigalpa, especialmente de la zona de La Leona, Buenos Aires y El Bosque, “se ha dicho que tienen túneles, pero la mayoría lo que tienen son sótanos”.
En esos sótanos “las personas tendían a guardar algunas cosas. Incluso, hay leyendas por ahí, que nunca se han comprobado, sobre tesoros por allí, enterrados, pero todo eso es leyenda, cultura, folclore…”.
El entrevistado manifiesta que la existencia de “respiraderos” al nivel del piso de algunas viviendas contribuyó también a que las personas asociaran una abertura con otra, creyendo que uno de los agujeros era la entrada a un túnel y otros la salida.
“A nivel personal, túneles nunca he visto, pero sí he visto compartimientos que no son más que sótanos en la parte de abajo de las casas o de las estructuras”.
La leyenda de los túneles, según explica Portillo, es parte del patrimonio inmaterial y cultural de los capitalinos y de todos los hondureños.
“Hay un túnel del folclor que va de la Merced a la Catedral, que es un trayecto bastante largo, incluso, hay gente que dice que cuando estaban niños recuerdan que el cura, cuando oficiaba la misa, estaba en La Merced y que inmediatamente aparecía en la Catedral. ¿Qué pasaba? Pero todo esto es parte de las tradiciones que vienen acompañando el folclore de todos nosotros”.
SÍ HAY UNO, YO ENTRÉ
Quizá a muchos lectores les desilusione la triste realidad… No hay túneles. ¿O acaso alguien ha ingresado a alguno?
José Meraz, asignado a la Secretaría General de Defensa del Museo de Historia Militar, asegura haber entrado a un túnel en el antiguo inmueble de esa institución, en el año 2003, cuando se hacían reparaciones a la iglesia San Francisco.
¿En verdad existe un túnel en este museo?, se le pregunta a Meraz, quien afirma con seguridad: “Sí existe, está en el lado de la esquina, en un torreón, yo entré”.
Para llegar al punto exacto que menciona el empleado, hay que entrar a las habitaciones de los militares que viven en el viejo edificio. Allí se observa, justo al cruzar la entrada del torreón, la huella de cemento que delata que un agujero fue cubierto.
“En el 2003 se dio un pequeño percance, una de las paredes cedió, había un par de albañiles laborando allí para la iglesia, ellos se cayeron, quedaron inconscientes, entonces, con dos elementos, entre ellos y yo los ayudamos”.
¿Qué vio al entrar?, se le pregunta a Meraz, quien responde que “donde ellos cayeron había joyas y restos de seres humanos, y trozos de telas muy antiguas. Entonces vino el sacerdote encargado de allí y nos dijo que no tocáramos nada de lo que había allí”.
“El túnel no es muy ancho, es casi como esta puerta”, detalla el entrevistado, señalando el contramarco de una de las puertas de las salas del museo, como de un metro y medio de ancho.
“Hay que bajar como un metro; donde está el torreón, hay unas graditas para abajo”, agrega Meraz. Sin embargo, dice que él solo pudo avanzar como dos metros, recuerda que era “oscuro, muy húmedo, y el aire es enrarecido. Un compañero que estuvo aquí, que también entró al túnel, él dice que caminó 16 metros”.
TIENE VARIAS SALIDAS
El historiador del Museo, Saúl Montoya, expresa que, en efecto, en ese inmueble hay un túnel que posiblemente conduzca a la Catedral Metropolitana o a la antigua Casa Presidencial.
Montoya recuerda que “el historiador que estaba en el museo, don Guillermo Codrintong, explicó en ese entonces que el túnel tenía varias salidas, tanto en la parte occidental como en la parte oriental, cuando hablamos de la parte occidental hablamos de la parte oeste del edificio, tenía salidas por las cuales la gente que entraba al edificio podía salir”.
“Cuando hablamos del túnel, podemos dar muchas ideas, pero igual, hay que hacer más investigación en ese aspecto”.
Montoya expresa que el túnel en mención se pudo haber usado para distintos fines, entre estos, salvaguardar o asegurar la integridad de algún personaje importante de la época; “se dice que en el caso de Tiburcio Carías Andino, los túneles estaban para eso, cuando se dio la Segunda Guerra Mundial, por cualquier invasión que hicieran los alemanes en aquel entonces”.
El historiador admite que “definitivamente, hay que hacer más investigación sobre el túnel”, pero asegura que “el túnel sí existe, está comprobado. Los planos los tiene Antropología”.
Debido a la misma estructura de los túneles o pasadizos, el túnel del museo permanece cerrado, debido a que no está en óptimas condiciones para poder pasar.
“Comienza en el cuartel y pasa cerca del pozo del museo; en cuanto a lo que tiene de largo, no puedo ser tan específico debido a que se necesita hacer más investigaciones”, indicó.
De habilitarse el pasadizo, este sería un enorme atractivo, no solo del museo, sino de la capital, dice Montoya, “en ese caso, sería el IHAH el que tendría que hacer la investigación y la institución armada brindaría todo el apoyo para descubrir esos enigmas que tiene la ciudad capital, Tegucigalpa es un enigma debido a la historia que tiene”.
Vea más imágenes en el artículo original de La Tribuna
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Oh! Buenísimo el articulo. Yo hice una pequeña investigación sobre esto para un trabajo de la universidad hace algunos años. Una persona del IHAH me negó todo lo que pudo. Traté de hablar con el antiguo alcalde Merriam, en cuya administración se construyó el famoso Hoyo de Merriam, para consultarle sobre una historia ,muy interesante que un anciano del centro me había contado pero nunca pudo atenderme. En la hemeroteca encontré varias noticias de la época sobre incidentes relacionados con túneles en el centro. Ojala el IHAH prestara más atención a esto como una posibilidad histórica y no como un mero cuento popular. No sé donde quedó la curiosidad y la iniciativa de investigar.
Pues excelente artículo pues la duda o no de que existen túneles si es cierto hay ciertos túneles que conectan a edificios muy importantes tales como los más conocido y que si existen son el de antigua casa presidencial con el Palacio de la comunicación y dicho lugar conecta con la catedral del centro yo he visto la entra de estos túneles
¡Claro que hay! En una colonia como Tegucigalpa y Comayagüela, es normal la construcción de dichos túneles en esa época. En Gracias, Lempira también hay y tuve la oportunidad de entrar a uno que lastimosamente está inundado. La práctica de estas construcciones era normal y lastimosamente nuestro ”Gobierno”, no le ha preocupado la preservación de estos, sino solo robar.
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