La necesidad de dotar a Tegucigalpa de centros culturales se vio acentuada a finales del siglo XIX y fue en 1889, en el periodo presidencial de Luis Bográn que se tomó la decisión de dotar a la ciudad de su teatro el cual sería construido en el encuentro de los ríos Chiquito y Grande, zona conocida como “La Isla“, esta iniciativa de Bográn quedó en nada a pesar que ya se tenía el terreno y hasta el constructor, el que sería don Antonio Fontecha, simplemente porque ya no habían fondos para su construcción.

Este intento frustrado le permitió a Comayagüela llevarle la delantera a su rival Tegucigalpa ya que el 22 de enero de 1896 y por iniciativa del Alcalde de la ciudad de Comayagüela se colocó la primera piedra del que sería el “Teatro Provisional de la Municipal de Comayagüela” cuya construcción se concluyó en 1898; dicho teatro con los años se le conoció como teatro Nicolás Avellaneda y sigue en pie hasta nuestros días.

 

teatro
Teatro Nicolás de Avellaneda

Siete años después de haberse abierto el Nicolás Avellaneda, Tegucigalpa dio por fin el paso final para construir su teatro el que se llamaría “Teatro Cervantes” ya que estaban por cumplirse los 300 años de la escritura del Quijote de la Mancha y los intelectuales hondureños deseaban inaugurarlo en su honor, fue así que en 1905 se iniciaron los trabajos en el mismo sitio que una década atrás se había decidido construir el teatro de Tegucigalpa.

Vista de “La Isla desde Comayaguela”, el el proceso de construcción del Teatro Cervantes – Grabado Cortesía de Jorge Amaya
Vista de “La Isla desde Comayaguela”, el el proceso de construcción del Teatro Cervantes – Grabado Cortesía de Jorge Amaya

Pero como que Tegucigalpa estaba condenada a no tener su propio teatro ya que una vez iniciados los trabajos de construcción del Teatro Cervantes, una inundación sucedida en 1906 destruyó las paredes y columnas de arco que ya se habían levantado, esta tragedia obligó a las autoridades a construir el teatro en otro sitio y fue así como se escogió al Barrio La Moncada, lugar donde finalmente se inauguró el Teatro Nacional Manuel Bonilla, 17 años después que Comayagüela tuviera su teatro.

Obreros se disponen a entrar al plantel de construcción de La Isla


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