Toda época trae sus memorias consigo, moda, eventos, etapas de escolaridad y muchas cosas más, también existen en todas las épocas tiendas que son recordadas pero algunas de ellas se guardan en un especial sitio del corazón.

Para los que disfrutamos la década de los 70 nos podrán resultar inolvidables sitios como la Casa Uhler, La Urbana, México lindo y muchos más como resultado de los días de compras acompañando a nuestros padres, otros negocios quizá no los visitamos pero si los recordamos como producto de la publicidad televisiva y radial especialmente, “Si se siente mal, Farmacia Universal, y si se siente bien, también también, para usted y toda su familia, los esperamos en Farmacia, Universal, TAN, TAN….- más de alguno cantó esta parte- pero si hay negocios que resultan inolvidables son los que estaban dirigidos a los niños de la época…

¿Quién no recuerda a Toys? , aquella tienda ubicada en el callejón norte del parque central cuyo emblema era un perico verde sosteniendo globos, una tienda donde los juguetes más lindos y de última generación eran los que se vendían, trompos, hulahoops, slinky, espirografos, tonkas, pistolas de juguete, las barbies, peluches, aviones de baterías, en fin, un paraíso para cualquiera, pero que no estaba al alcance de la mayoría quienes teníamos que conformarnos viendo los escaparates o soñando en que se diera el milagro que nuestros papás ajustaran para comprar, sin importar eso, no nos perdíamos los anuncios que mostraban dentro de las tiras infantiles y al no poder comprar ahí nos dirigíamos después al Acapulco donde también habían juguetes pero nunca como los de Toys.

Pero una cuadra más al norte de Toys estaba una verdadera cueva de tesoros y era el Bazar Mónica, sitio donde se vendían juguetes de menor costo que Toys y con una existencia muy variada, aviones de madera que se armaban, barriletes, máscaras, disfraces tipo hallowen, carritos, juegos de azar, aviones pequeños de metal, bromas y es en esas “bromas” donde estaba lo pesado del lugar, polvos pica – pica del que más de alguna vez fuimos víctimas, unas cajas rellenas con algodón que tenían un agujero por la parte de abajo y que por ahí uno metía el dedo de forma que al abrir la caja parecía un dedo amputado, anteojos de rayos X que se suponía atravesaban la ropa y así se podría ver la desnudez de la gente, vómitos plásticos, comida de plástico igualita a la real, una increíble variedad de cosas donde los pedos químicos eran el arma letal con que se desarmaban fiestas, se hacía terrorismo en las aulas de clases, se tiraban en los cines, buses y en cualquier sitio donde se deseara crear caos, un olor a huevo juco insoportable….

Qué tiempos aquellos y de seguro ahorita usted se acaba de acordar de más de alguna pasada de las bromas del Bazar Mónica


4 Responde a “LAS BROMAS DEL BAZAR MONICA”

  1. I want to show my passion for your kind-heartedness in support of men and women who should have guidance on in this topic. Your very own dedication to passing the solution across has been quite significant and has always made women much like me to get to their endeavors. Your helpful guideline can mean a great deal a person like me and further more to my peers. Regards; from each one of us.

Deja un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *