Una ciudad de calles estrechas y pendientes elevadas que una vez fueron polvorientas cambiaron con el paso del tiempo a ser revestidas con superficies de piedra, tecnología de la época que permitía el paso de caballos y bestias de carga; calles empedradas que aun se encuentran en pleno centro de la ciudad como en los Altos de la Hoya, La Cabaña, La Leona, La Pedrera y otros lugares como si los siglos no hubieran pasado, calles que nunca sufrieron reemplazo debido a sus altas pendientes que aun en estos tiempos son un reto para los vehículos más modernos.

Pero no toda la ciudad fue dejada empedrada y la llegada de los vehículos automotores exigió calles en condiciones adecuadas, es así que en la década de 1930 cuando el General Tiburcio Carías era el Presidente, se comenzó a modernizar la superficie de rodadura de las principales calles de la ciudad utilizando material pétreo abundante en la zona con el cual se fabricaron adoquines los que hoy aun es posible verlos en las calles céntricas de Tegucigalpa; trabajos de primer orden que incluían “pasos cebra” para peatones en las intersecciones y que hábilmente lograron diferenciar utilizando piedras de diferente textura de las demás, bordillos refractantes los que hacían dando finísimos pulidos a las caras verticales de sus secciones, estándares de calidad manejados con el mayor de los profesionalismos y mucha de la mano de obra  proveniente de presidiarios que eran obligados a pagar su condena con trabajos forzados.

Caminar por las calles del centro es también “Caminar por los antiguos adoquinados” tal como nos lo cuenta Carlos Arturo Matute en este artículo publicado en La Tribuna

De la antigua ciudad que empezaba a desperezarse de la marcada época colonial a principios  de la década de los cuarenta del siglo pasado, recordamos sus estrechas calles empedradas (FOTO 1) y otras de tierra apisonada que daban paso a las carretas tiradas por bueyes y a los modelos de automotores que circulaban en contadas unidades (FOTO 2).

En 1941 en el gobierno del general Carías Andino, se puso en marcha un proyecto para adoquinar las calles de la ciudad encargándose la dirección técnica al ingeniero Francisco Mejía, los diseños al ingeniero Alfredo Sabino Mass, la construcción al ingeniero Conrado Sosa y los estudios topográficos para la instalación de la infraestructura, alcantarillado y la red de agua potable a los ingenieros Humberto Banegas y Luis Velásquez.

2 Calle de tierra apisonada en el Guanacaste.
2 Calle de tierra apisonada en el Guanacaste.

Los trabajos de adoquinamiento se iniciaron en el centro de la ciudad o sea las calles frente a la plaza central, la del Comercio, hacia el puente Mallol por la vieja Casa Presidencial y la Cuesta del Río frente a la Escuela de Cabos y Sargentos, la Avenida Cervantes desde La Plazuela hasta La Moncada, la Paz Barahona desde Los Horcones al parque Herrera y en 1946 la Máximo Jerez desde La Ronda hasta el Barrio Abajo.

Observar las pesadas máquinas como las aplanadoras (FOTO 3) en el centro preparando la base para colocar los adoquines, apreciar los trabajos de la instalación de los enormes tubos de cemento del sistema recolector de aguas negras (FOTO 4) era todo un espectáculo especialmente para quienes en la edad infantil transitábamos por esos lugares.

3 Aplanadora trabajando sobre material selecto al costado norte de la Catedral en 1942.
3 Aplanadora trabajando sobre material selecto al costado norte de la Catedral en 1942.

La instalación del sistema de alcantarillado lo realizó la unidad que se conoció como Dirección General de Alcantarillado Sanitario a cargo del ingeniero Mónico Zelaya y la red de distribución del agua potable a la Empresa de Agua y Luz Eléctrica que dirigía el ingeniero Andrés Reyes Noyola.

Antes de adoquinar el ingeniero Mejía procedió a la construcción de los bordillos de las aceras (FOTO 5) y a colocar los ladrillos de marquesote de cemento diseñados en los talleres de Bellucci.

La terracería ya estaba (FOTO 6) y se comenzó a colocar los adoquines, piezas de piedra granítica extraída de las canteras de Saucique y Carpinteros, cortadas a punta de cincel por los reos de la penitenciaría con dimensiones establecidas en 18 centímetros de altura, 10 centímetros de ancho y una longitud variable de 20 a 30 centímetros para acomodarlos a los cortes del ancho de las calles.

4 Colocando la alcantarilla en la Avenida Cervantes 1942.
4 Colocando la alcantarilla en la Avenida Cervantes 1942.

Los adoquines comenzaron a instalarse sobre una superficie arenosa y a ligarse con la amalgama de cemento, cal y arena  que se preparaba en las enormes y ruidosas mezcladoras (FOTO 7)  que se trasladaban de calle a calle para vaciar el material con el que se ligaban las piezas que aparentaban en el suelo capitalino un pétreo petatillo (FOTO 8).

Poco a poco se fueron expandiendo los trabajos de adoquinar la ciudad y solo se fueron quedando sin ese sistema las calles en pendiente, como las cuestas de La Leona (FOTO 9), El Bosque, El Guajoco, La Cabaña y otras que presentaban dificultades topográficas para la colocación de las alcantarillas,

De aquel adoquín de Tegucigalpa ya no queda nada, en las etapas del modernismo acelerado las autoridades municipales del pasado reciente comenzaron a cubrir con asfalto las piedras recortadas o a removerlas para poner planchas de cemento del llamado concreto hidráulico, nadie le dio valor histórico a una peculiaridad de la ciudad, la piedra de sus alrededores, el ingenio profesional de sus diseñadores, el sudor de los presidarios que con trabajo forzado cortaron cada piedra, a los trabajadores del ayer, al encanto de calles donde no existían baches y bien barridas eran uno de los atractivos de la ciudad.

5 Trabajos de construcción de bordillos y aceras en una de las calles céntricas de la vieja Tegucigalpa.
5 Trabajos de construcción de bordillos y aceras en una de las calles céntricas de la vieja Tegucigalpa.

Cuando se deterioraba una pieza, quebrada o hundida, era fácil para las cuadrillas restituirla y cuando acusaba un despegue de la liga, con cubeta en mano el trabajador de la autoridad edilicia aplicaba mortero para subsanar el daño. Ahora los baches surgen, crecen y causan serios problemas a los usuarios.

Calles adoquinadas, otro recuerdo de la Tegucigalpa que muchos añoramos, vías que emulaban las antiguas calles parisinas, calles por las que transitaron personajes de nuestra historia, que sirvieron al paso de muchas de nuestras tradiciones.

 

 


7 Responde a “Los antiguos adoquines de Tegucigalpa”

  1. Many betterscooter.com http://www.scamadviser.com/check-website/betterscooter.com are too awesome. I am getting a brand-new partner entirely on comes to an end with regards to simply cannot pause. I got each of these from chocolate candy in 2009 and therefore the also appear to be the latest. Back when i hike on them they think can be usually are walks relating to clouds. I wish i could truthfully supply these all by way of the summer months they can indeed be then light. We just cannot hang around so as to get an additional pairing!

Responder a http://guess coupons/guess-black-friday/ Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *