¿Que hace en la actualidad para abordar un taxi?, después de detenerlo el paso obligado es preguntar el valor de la carrera, como se encuentra a un tipo consciente que le cobra lo justo o un alagartado que le saca un ojo de la cara aprovechando la necesidad, una ruleta donde casi siempre el usuario sale perdiendo, esta acción se ha repetido en Tegucigalpa desde la década de los 70 porque antes de esa década el costo era de 30 centavos adonde quiera que fuera, por esa razón a los taxis se les conocía como Los Treinteros.

En los treinteros” los taxistas colocaban un rótulo de L. 0.30 al frente del vidrio del auto que en su gran mayoría eran cucarachitas VW , recuerdos que hacen exclamar ¿Y qué se hizo todo esto? y que Carlos Arturo Matute nos hace recordar desde su artículo de La Tribuna que compartimos a continuación:

Son nuestros amables lectores quienes le ponen el condimento ideal, brindándonos día a día reacciones de estas entregas sabatinas por medio de los distintos medios que permite la tecnología.

Aparte de agradecerles su fineza de unirse a LA TRIBUNA en un día como hoy, en que la lectura se vuelve más sosegada, tranquila, después del ajetreo de una semana llena de noticias feas, alarmantes y preocupantes, cae bien un bálsamo periodístico de esta naturaleza.

Ayer y hoy. Primero funcionó como Empresa de Agua y Luz Eléctrica. Luego como Empresa Nacional de Energía Eléctrica. Mismo local, hoy abandonado. Aquí ya no queda nada.
Ayer y hoy. Primero funcionó como Empresa de Agua y Luz Eléctrica. Luego como Empresa Nacional de Energía Eléctrica. Mismo local, hoy abandonado. Aquí ya no queda nada.

El denominador común es que -como resultado de estas lecturas- hay invasión de nostalgia. Recuerdos salpicados por una nube de pesar porque todo lo de ayer – debido al paso inexorable del tiempo- ya nada hoy es igual. Y que no volverá.

Por eso evocamos nuevamente algunos tramos de aquellos años en que, tal vez, los tiempos fueron mejores. En muchos aspectos.

¿QUÉ SE HA HECHO?

Muchos y muchas se preguntan ¿qué se hizo aquella delicada actitud de los jóvenes enamorados de un pasado? Él, un pretendiente más de la bella jovencita del barrio, le enviaba lindos poemas de su inspiración.

Todo envuelto en modestas pero perfumadas cartulinas llenas de chonguitos de color, dibujitos de maripositas al vuelo (como sentía en su estómago) esperando la respuesta de su “Julieta” a la declaratoria, pidiéndole ser su novio. Hoy… ¿todo esto es cursi?

¿Qué se hizo de aquellas patinetas que nos deslizábamos por los parques capitalinos? Tanto en La Concordia, La Leona, el Herrera, Valle y los de Comayagüela en su parque La Libertad, se miraban aquellos cipotes y cipotas dándose “envión” con una pierna para echar a andar al viento sus juveniles ilusiones montados en sus patinetas.

Linda postal .Parque La Leona de noche, multicolor vista a la ciudad capital. Lástima que amparados en la sombras que lo cubren, los antisociales hacen de las suyas. Como en todos los parques, a falta de vigilancia. Antes todo era diferente.
Linda postal .Parque La Leona de noche, multicolor vista a la ciudad capital. Lástima que amparados en la sombras que lo cubren, los antisociales hacen de las suyas. Como en todos los parques, a falta de vigilancia. Antes todo era diferente.

Era a toda hora, después de la escuela o colegio, cualquier día de semana, con mucha más afluencia los domingos, sin ningún peligro que los acechara.

En estos parques los días de semana los padres llevaban a la prole, se reunían con la familia. Llevaban comida, refrescos y hacían sus picnic al aire libre. No digamos en el área del paseo a El Picacho en donde los cipotes también jugaban potras en el campo que existía en aquel lugar.

Por las noches estos lugares se convertían en cómplices de citas de huidizos enamorados. Ellas pedían permiso “para ir a la pulpería” y se miraba con los novios… No había temor a que los asaltaran. El temor era otro. Que la mamita las hubiera andado buscando porque al encontrarlas… era segura “tunda” (castigo).

Por cualquier sanción ante una mala conducta o desobediencia, los jóvenes de antes, ni pensar, en llevar a un padre de familia a la Fiscalía. Ni esta que existía. Era una total obediencia, aunque las “escapaditas” y las “mentiritas piadosas” siempre existían.

PREGUNTAN

¿Y aquellos cines? Solo esto quedó.
¿Y aquellos cines? Solo esto quedó.

¿Qué se ha hecho aquel personaje folclórico al que llamaban “cucaracha” que cantaba a gritos en medio de las películas en los cines Presidente, Pálace y me dicen que también en el Centenario, Hispano y Moderno de Comayagüela? Siempre se metía colado.

¿Y los “treinteros” con su rótulo de L. 0.30 al frente del vidrio del auto? Aquellos taxis hacían “carreras” por las calles capitalinas a ese costo. Ya no se miran las llamadas “cucarachitas” de antes. Aunque el fin de semana pasado hubo una exhibición de estas por las calles capitalinas, en medio de una vistosa caravana de autos antiguos VW que evocaron lindos recuerdos.

Se recuerdan los busitos VW ruta Belén- Cantón San Felipe -Vacilón. ¿Qué se hizo la señora con la venta de los batidos de dulce que algunos les decían “micos”? ¿Y dónde está aquel abnegado médico que hacía visitas a domicilio?

¿Y las famosas parteras?, como la famosa “Toñita” que trajo al mundo a decenas de bebés hoy hombres que ya peinan canas. Vivía en la cuesta empedrada hacia barrio El Edén. Muchos recuerdan a los famosos torofuego, los palos ensebados durante la feria de San Miguel en el barrio El Guanacaste.

¿Y aquellos taxis? Cobraban 30 centavos la carrera. La evolución los esfumó.
¿Y aquellos taxis? Cobraban 30 centavos la carrera. La evolución los esfumó

Hablando de estos lados, son recordados los años en que frente a la cancha de básquetbol de El Guanacaste en una casa practicaba el elenco de Voces Universitarias. También aquí ensayaba aquel grupo que hizo historia: Los RO-AR con Angelito Lagos, Sergio Sabillón, César Midence, Lico Rivera, Arturo Matute (padre), Alfredo Lanza y Toto Pérez, ya fallecido. ¿Qué se hicieron? La capital ya no tiene la cantidad de grupos musicales como antes.

De aquí, de este barrio, salieron los éxitos nacionales “Rito Maya” y “Yo no debí quererte” en la voz de “Toto”. Lamentablemente las radios no lo pautan. Después aquí mismo nació “La Peña de Toño” en los tiempos en que vivía el artista Antonio Torres, también ya fallecido. Ya no hay “peñas” artísticas y también esto se ha olvidado.

Y QUÉ ME DICEN…

¿Y qué me dicen de “La Copa”? Que estuvo en donde hoy es el mercado del Mayoreo frente al estadio Nacional. Era un símbolo tributo a los deportes y en donde se divertían los cipotes de entonces del barrio Morazán y La Guadalupe.

¿Y el policía de hojalata? Que bajo la publicidad de un refresco de cola ponían a detener el tráfico para que cruzaran los alumnos, allá por los colegios Santa Teresita y Federico Froebel. ¿Y aquellos cines? De lo cual ya te hemos hablado y que hoy solo quedan las marquesinas sin anuncio de funciones. Nada.

¿Y “La Copa”? Antes orgullo del barrio Morazán. Hoy… nada.
¿Y “La Copa”? Antes orgullo del barrio Morazán. Hoy… nada.

Y ahora que ha estado desconectado de lo mucho que afrontamos y sufrimos hoy, no se “electrocute” nuevamente cuando recuerde que antes los recibos de la electricidad llegaban con lo justo consumido.

No llevaban estas groseras cargas impositivas de hoy. Que a los pobres no les cortaban el fluido eléctrico con tan un solo mes de retraso, y no se sabe si también antes los ricos -algunos como ahora- pagaban. Y nada pasaba. Ni pasa.

En el pasado la estatal era una sola. Se llamaba Empresa de Agua y Luz Eléctrica. Quedaba por el puente Mallol (hoy ese edificio en abandono) y creo que ni había sala de reclamos… atestada como ahora.

 

 


5 Responde a “Los Treinteros y muchas cosas que se han perdido…”

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