El sábado 5 de marzo del 2016 se convirtió en un día memorable donde se demostraron muchas cosas de vital importancia para nuestra ciudad. Se demostró que cuando nos unimos con un fin común todo es posible y se demostró que el ciudadano capitalino ama a su ciudad.

Decenas de miles de personas abarrotaron los espacios que estaban dispuestos para la celebración del primer Festival de Verano realizado en el Centro Histórico de Tegucigalpa. Personas de todas las edades y de gustos culturales diversos coincidieron en museos, bibliotecas, parques y plazas; una enorme multitud en un ambiente donde no se reportaron incidentes ni actos que lamentar, un comportamiento ejemplar que es meritorio emular y exaltar.

Niños en la Biblioteca Nacional y presentaciones callejeras en el MIN

ARRANCA LA CELEBRACIÓN

Cerca de las 10 de la mañana, mientras un talentoso artista visual, Cariqui, pintaba un mural en ocasión de la fecha, se dio por inaugurado el evento por medio de intervenciones de representantes de la Alcaldía del Municipio Central, AMDC, la Universidad Tecnológica de Honduras, UTH,  y de Vuelve al Centro. Fue el inicio de un festival que excedió la más positiva de las expectativas, una respuesta ciudadana que es indicadora de una enorme necesidad de espacios, muchos de ellos que están a la disposición de la población pero que la misma desconoce por falta de promoción o porque muchos tienen la errónea idea que el centro es peligroso. Esto ultimo desvirtuado por la propia experiencia de los asistentes quienes exaltaban precisamente ese detalle.

12 HORAS DE ALEGRÍA CONTINUA

Es imposible describir en detalle todo lo que se vivió en el Centro Histórico, niños disfrutando de talleres de arte en el Museo del Hombre Hondureño, jugando en la calle aledaña al Mercado San Miguel atendidos por Mujeres en las Artes; pintando y dibujando en los pisos,  mesas y paredes de la Biblioteca Nacional o brincando frente al Museo Militar Hondureño; lugares por donde quizá pasaron cientos de veces pero nunca se atrevieron a entrar pero que hoy esos niños verán como un sitio donde divertirse y aprender en un ambiente feliz.

Miles de ciudadanos degustando comidas típicas y de otras tierras, elaboradas por cocineros hondureños y cuyos negocios se ubican en el casco histórico, sorpresa para muchos saber que en la Plaza Los Dolores se encuentran puestos que no solo compiten con los más excelsos restaurantes de la ciudad, algunos hasta los superan, sabor, olor, gusto exquisito a un costo más que asequible para la mayoría.

Jugando y aprendiendo con Mujeres en las Artes y pintando en el Museo del Hombre Hondureño

Comienza la tarde y la música inunda todo el centro, aires marciales con la Banda de los Supremos Poderes, la Banda de Jazz de la Fuerza Naval, Los Cuñados de Todos y Elvis Band, mientras que a más de 30 metros de altura en Condominios La Ronda, Madame Gruv y Boreal Scala llevando la música contemporánea a alturas nunca antes escuchadas en el centro.

Calles atestadas de gente para ver una obra de teatro, filas para disfrutar de un refrescante calambre, fue tanta la gente que acudió, que a las 7 de la noche tomaba casi media hora llegar en carro desde El Guanacaste al centro, fue tanta la gente que disfrutó del inicio de una revolución que sin duda alguna cambiará la forma de que muchos ven al Casco Histórico de nuestra capital.

Miles de gracias a los cientos de personas que dieron su mejor esfuerzo por servir y miles de gracias a las decenas de miles que asistieron a un sitio que es de todos y que todos debemos amar.

FOTO DE PORTADA DE FUAD AZZAD HAM  LA HONDURAS QUE TODOS QUEREMOS VER 


4 Responde a “Muchas Gracias y esto es solo en comienzo de un enorme despertar”

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