En su café poético de ayer, Denise Vargas nos leyó el poema Prestalgia, palabra de su propia creación que se refiere a la anticipación de una nostalgia por venir. Y no hay evento más apropiado que los cafés poéticos del Centro Cultural España para evocar ese sentimiento, pues en los versos y los silencios de los poetas recordamos la inmensidad de la palabra, el poder del arte escrito, la nostalgia por la belleza compartida.

Esta comunión de palabras es intima: los miembros del público se saludan antes que comience la lectura, unos con la taza de café, otros con dos o tres galletitas, todos con aquella sonrisa impaciente que tanto he llegado a apreciar. El aire del Centro Cultural empapado en prestalgia cuando nos envuelve un silencio…hemos empezado.

cafe poetico

Estoy rodeada de amantes de la poesía. Hay estudiantes, profesores, expertos, no-tan-expertos (me incluyo en este último), nuestra única característica compartida el interés en las letras. Después de atender tres o cuatro cafés poéticos, ya logro discernir una tradición oral, aquí en este rincón de nuestra Tegucigalpa. Como nos explicó Denise, a veces nos encontramos golpeados por versos, hasta en los momentos que nunca lo esperábamos.

Pero las palabras de la poeta no golpean. Si puedo sentir aquel dolor exquisito en los trazos de sus versos, la melancolía que la lírica conlleva, pero no es dolor sino un suspiro de quietud—en este momento estamos reunidos, callados, inhalando las palabras y el silencio cuidadoso de una poeta expuesta. No es por nada que Jaime Sabines dice que el poeta esta más desnudo, que tiene un poco menos piel.

Si hay inquietud, no la percibimos. Aquí navegamos un mar sin olas; pese la turbulencia de sensaciones que crea y revuelve la poesía, aquí, en este momento, recuerdo que todavía existen aquellos dedicados a la cultura y a la adoración de lo que es verdaderamente bello.

DSC_1063

Después de leernos unos cuantos poemas—todos aclamados y recibidos con cariñoso aplauso—Denise abre un conversatorio casual. Platicamos un rato.

¿Y mi poema favorito? Su dedicatoria a Wislawa Szymborska, autora de renombre mundial, que guarda un lugar especial en la obra de Denise Vargas. Nuevamente saboreo la dulzura de esa nostalgia, de esa prestalgia, pues sé que este momento lo llevaré conmigo, igual que Denise lleva las palabras de Szymborska.


3 Responde a “Café Poético en el Centro Cultural España”

Responder a gap-coupons Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *