Hace unos cuantos fines de semana celebramos el Festival de Verano, una actividad en la cual participaron los más icónicos del Centro. El Parque Central vibraba con música y cultura garífuna, el Duncan Mayan con Elvis y sus baladas de rock, Tito Aguacate con sus Calambres y buen ambiente. Claro que Casa Quinchon no se podía quedar atrás. En su segundo gran evento del año, Casa Quinchon fue anfitrión del Gran Bailongo, una fiesta de estilo retro orquestada por los mejores DJs de la capital.
Entre colores púrpura y verde neón, pancartas con Mario y Pacman y debajo de cubos de Rubiks la gente bailó, saltó, comió y cantó. Las puertas abrieron desde las cuatro de la tarde y cerraron hasta las dos de la mañana. Desde muy temprano los sonidos pop de Depeche Mode, Human League y las bandas más icónicas de los 80s se desprendían de las consolas mezcladoras y flotaban entre las personas, llenando los altos techos del edificio hasta perderse en las calles del Centro.
La noche fue cayendo pero la música no paraba, bajo la tutela de DJs como Tijaax Tunes, El Chillin y El Mero-Mero. La música fue variando desde los sonidos más puros de los 80s, pasando por hip-hop y música reggae hasta cumbia movida de los 90s.
La gente bailó con la misma emoción en cada canción; al pasar las horas Casa Quinchon se iba llenando cada vez más y más.
Cabe mencionar que como su evento anterior—el lanzamiento de Tres, el nuevo disco de Rosa Náutica—Casa Quinchon contó con una seguridad que poco se ve en otros lugares: control de tráfico, parqueos seguros y escoltas que llevaban a la gente hasta las mismas puertas del edificio. La noche terminó sin ninguna eventualidad, las personas disfrutaron de buena música, se deleitaron con las baleadas, sándwiches y tajaditas de la cafetería de la noche, la ahora reconocida Golosinas Yasuri Yamileth, y se tomaron una que otra bebida para amenizar más el ambiente.
Puedo decir que en menos de un mes, las salidas que más he disfrutado han sido en el mismo lugar; Casa Quinchon. Con el concierto de Rosa Náutica recordé los conciertos del Parque, y con el Bailongo volví a escuchar música que pensé solo volvería a escuchar un domingo en Vh1. Siendo esto una muestra de lo que viene, no puedo esperar a que anuncien el próximo evento en Casa Quinchon.
