El Cementerio General y sus huéspedes de honor

Del polvo vienes y al polvo regresarás, una certeza absoluta para todos los seres humanos, una realidad que obliga a las sociedades a disponer de sitios de descanso eterno, es así que el Distrito Central tuvo en sus inicios dos campos santos, uno localizado en el Barrio Abajo y otro en Comayagüela siendo este último el único cementerio general que tuvo la ciudad hasta la década de los 60 cuando se integraron  nuevas opciones privadas.

Es así que el Cementerio General tiene como huéspedes de honor a una muy buena parte de los personajes de la historia de Honduras, desde poetas, presidentes, escritores, hasta el más humilde mortal; tumbas sencillas y tumbas imponentes, tumbas de ladinos, de chinos, judíos y de todos los orígenes yacen frías una al lado de otra, un paseo lleno de historia, de personajes y de vida es el que se aprecia al caminar por el Cementerio General tal como lo muestra este resumen gráfico elaborado por SAP de SkycraperCity

El cementerio se dividió en dos sectores allá a finales de los veinte del siglo pasado, el llamado Cementerio Viejo y el Nuevo, separándolos con una calle central desde el portón principal hasta el borde del muro posterior, plantándose a ambos lados cipreses. Solamente algunos pocos quedan de estos majestuosos árboles. Imagen superior muestra corredor central del panteón, siguiente foto ejemplo de mausoleo moderno de la familia Lazarus en la sección nueva del cementerio.

Años después, la colonia china levantó otro hermoso mausoleo con líneas arquitectónicas orientales y donde descansan los más sobresalientes ciudadanos originarios de China como los Yu-Shan, Quan, León, y Waiming. Primera foto muestra escalinata hacia estructura mortuoria, siguiente imagen con detalles de pináculo asemejando pagoda y el portal.

Para los años cuarenta, cementerio creció en área y se destinó un amplio terreno en el extremo sur oriental en la elevación conocida como Sipile con pequeños predios para enterrar a personas que no tenía recursos económicos. Este sector aún posee cabida para acomodar fallecidos, mientras que el Cementerio General casi rebasa su capacidad. Foto superior exhibe porciones del Silipe y la inferior ejemplos de sencillas tumbas del mismo panteón.

Por años el viejo camposanto fue descuidado tanto por familiares como autoridades permitiendo que vagos y delincuentes hicieran del lugar su guarida, destruyendo símbolos mortuorios como muestra la primera imagen. Aunque ha disminuido un tanto actos criminales, todavía persiste el robo de piezas metálicas. Fotografía inferior señala donde quedaba la placa conmemorativa de los restos del general Carías Andino de que hace un año atrás aún identificaba su tumba (ver fotos de vista 2007)

A pesar de que hay considerable destrucción de muchos de sus elementos, el sitio todavía es recuperable. Existe todavía un buen numero de ejemplos de arte y construcción funeraria que merecen ser protegidas. ARRIBA: dos exquisitas esculturas en mármol; ABAJO: dos elaborados marcadores de criptas.

Invito a todos, en especial los capitalinos, a dejar a un lado sus perjuicios y temores y visiten las memorias que guarda el vetusto Cementerio General. Además de hacer un recorrido por la historia republicana de Tegucigalpa y Honduras, más de alguno encontrará o un recuerdo o una grata sorpresa.