Y no solo esos legendarios equipos han pisado el engramillado de nuestro Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino, la cuenta es muy amplia….

Su campo de grama natural ha sido el escenario donde las mejores selecciones nacionales y los históricos equipos hondureños como el Federal, Atlético Indio, Motagua, Verdum y Olimpia los que han recibido y librado encuentros inéditos junto a otros grandes cuadros como los sampedranos Maratón, España; el Vida del atlántico puerto de La Ceiba, sin dejar de lado al primer campeón de la Liga Nacional, Platense.

El Nacional también ha marcado citas con los grandes del mundo en todos los tiempos tales como el Atlético de Madrid, Benfica de Portugal, Gremio de Porto Alegre; el América de Brasil; el Real Madrid; el Colonia y el Borusia de Alemania; el Brujas de Bélgica y Esparta de Checoslovaquia entre otros tantos.

No cabe duda que el Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino es parte del alma de la capital y de Honduras toda.

También en ese coloso la afición ha acompañado el dolor de las derrotas de sus ídolos y de sus conjuntos.

Su historia se remonta al 15 de marzo de 1948 fecha en que se inauguró paradójicamente con un partido de béisbol entre representaciones de Honduras y Cuba.

El Nacional está entrañablemente ligado a la identidad colectiva de los hondureños ya que sus instalaciones también han sido el escenario de las ceremonias oficiales de asunción de distintos presidentes del país.

 

Una leyenda llena de vida

Un jugador y técnico emblemático en Honduras en Rodolfo Trinidad Ramírez Godoy más conocido como “Popo” Godoy, él es parte de la historia del Estadio Nacional.

Reconocido como un deportista símbolo en el país, Popo Godoy alineó en El Motagua y en selecciones nacionales. Como director técnico su trayectoria es irrepetible ya que clasificó a una selección juvenil para el primer mundial juvenil que se realizó en Túnez en 1977. Su trabajo preparó a jóvenes futbolistas que luego descollaron en la Copa Mundo de España 82.

Proceso Digital conversó con Popo para conocer detalles en la voz de un protagonista de gran trascendencia en el mundo deportivo hondureño.

Parte del diálogo se desarrolló en su acogedora vivienda en el barrio Morazán donde las fotografías ilustraron su narración pero aprovechando la cercanía, la conversación prosiguió en el propio coloso deportivo donde los recuerdos de Popo más parecían parte del presente.

El nos cuenta que cuando se inauguró el estadio tenía 20 años de edad y recordó que la apertura se realizó un 15 de marzo para coincidircon el cumpleaños del entonces gobernante Carias Andino.

Y es que a Popo el Estadio Nacional le llena de evocaciones, jugó en él gran parte de su vida y hasta lo habitó cuando formó parte de selecciones que lo utilizaban de morada.

“Estuvimos una vez 11 meses concentrados aquí, después siete meses y por ultimo tres semanas antes de irnos para Costa Rica, en tiempos diferentes”, rememoró.

Antes de construirse el Estadio Nacional de Tegucigalpa, los deportistas capitalinos jugaban al fútbol y al béisbol en las canchas conocidas como, el campo España en las proximidades del hospital San Felipe donde hoy está el Instituto del Tórax comentó Popo quien a sus 82 años mantiene intacta su memoria y refleja la nobleza propia de una mente sana y de la construcción de un legado satisfactorio.

Comenta que también se jugaba al fútbol en el campo Imperial, donde hoy se levanta la Nunciatura Apostólica; en la cancha de El Chile, en La Isla , en el Birichiche, en La Bolsa y en el campo de la “Nueva Era” donde hoy está el edificio de Banadesa.

Además se utilizaba la cancha de El Prado a orillas del río San José que hoy ocupa un sector de la vía conocida como el bulevar Kuwait; el campo Motagua bajo el puente Mallol y en la cancha Viera al costado norte delSeminario Mayor donde en la actualidad funciona la Universidad Católica.

Popo Godoy rememora como un grupo de entusiastas deportistas se presentaron ante el general Tiburcio Carias Andino en el año 1946 y le expresaron su interés en la construcción de un estadio. La obra se inició luego de la aprobación de un decreto y la asignación presupuestaria correspondiente.

El Estadio fue concebido para que en él se jugara al béisbol y al fútbol y se dejó alrededor del engramillado una pista para competencias de atletismo, que sirviera además, para el desarrollo de desfiles cívicos. El diamante para la práctica del béisbol se instaló en la parte norte y la meta de ese sector para jugar al fútbol era desmontable.

La instalación comprendía una gradería preferencial al costado poniente, con un voladizo de cemento y hierro a manera de medio techo para dar sombra en horas del mediodía y tarde, una gradería popular al costado oriental, sin techo y otra en el costado norte para acomodar a los aficionados al béisbol.

Luego de la inauguración y una vez realizado el primer encuentro de beisbol entre el equipo “Almendares”, campeón del béisbol cubano y el seleccionado nacional, entró a la cancha el seleccionado de fútbol de Honduras que abrió una serie en la que participaban los equipos nacionales de Guatemala, El Salvador y Costa Rica.

En 1949, en el gobierno del doctor Juan Manuel Gálvez se le instaló el sistema del alumbrado eléctrico colocando las torres en los laterales, con poderosos reflectores dirigidos a la cancha.

El primer juego nocturno se celebró entre el afamado equipo Porto Alegre de Brasil y el seleccionado Nacional de Honduras, el juego finalizó 2 – 1 a favor del Porto Alegre.

Por muchos años el Estado Nacional conservó su arquitectura original pero en la década de los cincuenta se le agregó una gradería en el sector sur para cerrar el óvalo deportivo y darle más capacidad de recibir aficionados; se habilitó una cafetería y se efectuaron otras remodelaciones una vez que se eliminó la cancha para jugar al béisbol cuando se abrió el Parque de Pelota “Lempira Reina-Zepeda” en el extremo norte del Birichiche.

A mediados de los años setenta, el entonces jefe de Estado, general Juan Alberto Melgar Castro, creó la Comisión Nacional Pro Instalaciones Deportivas, (CONAPID) y como amante de los deportes emprendió las tareas de remodelación y ampliación del Estadio Nacional, edificando modernas graderías, palcos preferenciales, cabinas de transmisión, y un moderno sistema de iluminación.

Escenario de la primera clasificación mundialista

En 1981 con motivo de las eliminatorias premundialistas de Norte, Centroamérica y el Caribe (Norceca) el estadio se volvió a remodelar y su capacidad se amplio para recibir a 35 mil aficionados. Fue entonces cuando el Nacional lució su esplendor máximo al ser el escenario donde Honduras clasificó, en primer lugar de la eliminatoria, rumbo al mundial de España 82.

Actualmente, la vulnerabilidad que sacude la capital hondureña también alcanzó al estadio Nacional. Recientemente fuertes vientos provocaron el derrumbe parcial de uno de sus muros perimetrales lo que provocó la pérdida de una vida.

Sus autoridades han tomado medidas para reparar los daños y asegurar que la majestuosa obra recobre su esplendor y continúe dando vida al espectáculo que mas disfrutan los hondureños, el fútbol.

 

Tomado de Proceso Digital


3 Responde a “El Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Borusia de Alemania han jugado en el Nacional”

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