Maria Jose Burgos recuerda la casa de su abuela en La Ronda…

A pesar de haber sido construida hace casi setenta años, la casa de mi abuela sigue como una reliquia del Centro Histórico de Tegucigalpa. Es una casa desnuda, sin muros que resguarden su entrada. Al contrario, tiene un jardín en su pórtico con laureles y pascuas que crecen hacia La Ronda y saludan a sus cientos de peatones diarios. Es en este jardín donde mi abuela se sienta a tomar sol todas las mañanas, mientras Olivia le ladra a los niños de la escuela Francisco Morazán que corretean por la calle, jugando futbol con una pelota de plástico.

Es una casa que mantiene vivo ese deseo ferviente de que las cosas, al menos para algunos, sean como antes.

El Tabú del Centro

Para muchos, una nube gris de crimen se ha instalado sobre el Centro Histórico de Tegucigalpa, inundándolo con inseguridades y malas suertes. Nuestra sociedad le ha asignado un constante tabú a estas calles que, en sus días pasados, fueron las más hermosas de nuestra ciudad.

Sin embargo, el Centro Histórico se mantiene como el recinto de muchos grandes. De hombres y mujeres ilustres, como diseñadores de modas, poetas, músicos y arquitectos de antaño. También es el hogar de majestuosas iglesias y la mayoría de los centros culturales de la ciudad, como el Museo para la Identidad Nacional y Mujeres en las Artes.

Una de las cualidades más sorprendentes del Centro Histórico es que el arte no está atado a cuatro paredes y un boleto de entrada. Aquí, el arte se dispersa por cada escondrijo, tomando la forma de murales, esténciles y dibujos de tiza en los suelos.

En varias ocasiones, desde las ventanas de esa casa antigua, un sentimiento de júbilo me toma por sorpresa mientras escucho las risas de los niños que juegan en las calles y veo a los jóvenes que le compran y platican al señor de los helados. Desde esas ventanas, veo un barrio en la que los vecinos no son solo conocidos por nombre, sino amigos de años—que sin prisa alguna, charlan en sus pórticos y en las pulperías, mientras compran refrescos en bolsa y Bubbaloos. Veo personas con un sentido de comunidad que ya no existe en otras partes de la ciudad.

Y es en ese momento que me doy cuenta que esa nube gris, se desvanece ante los rayos de una nueva luz de esperanza que ilumina las calles del Centro Histórico de Tegucigalpa.


26 Responde a “El Tabú del Centro”

  1. Mi querida niña, su abuela y yo nos emocionamos muchisimo hasta el punto de lágrimas. Jesús la bendijo con ese don de expresar tan claramente sentimientos tan profundos. Estamos muy orgullosos de usted!!

  2. Tantos recuerdos vienen a mi mente… Barrio la Ronda, cuesta Las Damas, mi niñez.
    Gracias María José por traer tan gratis sentimientos!!!

  3. Conoci la casa de tus abuelos desde muy pequeña y siempre me parecio que era preciosa. Me encantaba estar en ella, para mi es una reliquia como pocas. El solo hecho de que este ubicada en el centro de Tegucigalpa la hace mas importante. Maria Jose te felicito por este bello articulo. Ojala la gente visitara mas seguido el centro de Tegucigalpa.

  4. Es así como recuerdo el centro María José, este artículo representa lo que en nuestra niñez significaba el casco histórico, antes denominado el centro. Ojalá pudiéramos recobrar la seguridad que tanto necesitamos para “Regresar al Centro”. Felicitaciones, muy bien descrito su visión del Cent

    1. Ricardo, ojala así sea. Muchas gracias por leer mi artículo. Que emoción saber que tanta gente tenga recuerdos hermosos del centro, así como yo.

  5. Comparto esa felicitación de mis excompañeras de escuela pués de la casa de Carole estaba a un paso. Cuántos hermosos y puros recuerdos de la generación, todo era paz, tranquilidad, excelente convivencia entre los vecinos y una limpieza en la calles que daba orgulloso caminar a cualquier hora sin ningún temor.
    María Josè por varios años visité y jugue en la casa de tus abuelitos y padres y me traen dulces recuerdos.
    Espero que con estos escritos haya la posibilidad de concientizar al gobierno para rescatar el Centro Histórico de nuestra capital.
    La felicito y siga cosechando éxitos.

    1. ¡Muchas gracias Nora! Que alegre saber que esta casa las vio crecer, al igual que a mí y a mis primos… bonitos recuerdos realmente.

  6. Muchisimas felicidades Ma. Jose , muy descriptivo lo que ha sido el centro hoshorico y nos trae muy bellos recuerdos , gracias por transportarnos al pasado , bendiciones y animo sigue adelante !!!

  7. Recuerdo haber sido uno de esos niños correteando por la calle o dentro de la casa de tu abuelita, donde mis amigos de escuela también disfrutaron momentos inolvidables de alegría.
    El centro no está muerto, sigue vivo en nuestra mente y así seguirá. Nuestra labor, y como ya veo que tus padres hicieron, es pasar esos buenos recuerdos a las nuevas generaciones. Pronto no serán solo recuerdos porque pronto el pueblo se despertará y retomará control del centro, de la ciudad y el país para que Honduras salga triunfante de los momentos difíciles en que se encuentra.
    Se necesita gente con esos buenos recuerdos y con la fortaleza de convicción de que las cosas se pueden hacer si nos proponemos.
    Te felicito por mantener la antorcha encendida; ahora debemos seguirla pasando de mano en mano a todo el que quiera escuchar.
    Gracias por darnos un hermoso recuerdo, aliento y esperanza.
    Los sueños se hacen realidad con constancia, confianza y fe.

    1. Galel, que así sea! Eso es realmente lo que los Honduras necesitamos. Muchísimas gracias por leer mi artículo y por el apoyo!

  8. Te felicito mi querida ahijada por esa descripcion tan emotiva. La casa de tu abuela es para mi tambien el lugar donde pase una de las mejores epocas de mi vida. La llevo en mi corazon para siempre como ese remanso de paz donde encontre siempre el apoyo de los seres maravillosos que la habitaban. Esa bella casa esta llena de sonrisas, de encuentros de juventud, tardes de sol, comidas deliciosas, buenos consejos, horas de estudio, en fin, de vida y de mucho amor.

    1. Tía Adriana muchas gracias por este comentario tan conmovedor. Todos nosotros la llevamos a usted en el corazón siempre y la extrañamos. Espero que pronto podamos crear nuevos recuerdos en esta casa juntas.

  9. Hija, me encanta ver la danza de tu pensamiento con el de tu percepción. Niños correteando, vecinos conversando… la charla comprando la paleta, la pulpe, los chicles. Todos haciendo honor a la antañona Tegus… y tus ojos con tu pluma dándole vida a esta bella acuarela, gracias por compartirla.

  10. De lire cet article sur le quartier et la villa de ta Grand Mère qui est aussi ma Marraine a bousculé mes souvenirs
    qui étaient bien enfouis dans ma mémoire.
    Je te félicite pou le rédactionnel et te remercie pour ce réveil inattendu
    En effet j’y ai vécu un certain temps avec mes Cousines adorées et cette maison était devenue pour moi un havre de
    Paix
    Un moyen de se ressourcer quand on a vingt ans et pas vraiment les idées en place….

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