Estás de cumpleaños mi Tegus, cuantas historias me has dejado vivir, tu existencia ha estado a mi lado por casi toda la vida, tiempo interrumpido por ausencias donde te he extrañado un montón…

Muchos tenemos en Tegucigalpa toda una vida para recordar, cuando pequeño me llevaban al Parque La Concordia a caminar por sus veredas, una visita precedida por una pasada por el Mercado los Dolores donde comprábamos el maicillo que le regalaríamos a las palomas del parque las que en su frenesí revolotearían sobre mi como si yo fuera parte del festín, el maicillo y su envoltura de papel periódico en forma de cono llevaba adentro la formula mágica de mi placer; después de eso, las tortugas, la escalinata y las estelas mayas, todo un lindo ambiente que décadas más tarde el infame Mitch se encargó de destruir, pero más lo ha destruido la indiferencia de quienes pudiéndolo resucitar han esperado que esa magia se acabe y que solo sea un recuerdo nada más.

Tiempos felices de infancia que precedieron al adolescente inquieto, basket en las canchas de La Leona y el Guanacaste, las prácticas en La Isla para preceder los duelos en el Callejas Valentine, luchas aguerridas entre colegios donde amigos del barrio eramos enemigos por una hora; paseos por La Peatonal, los conciertos Pop Clan y las tandas de cine para ver El Fantasma del Paraíso y Las Fresas de La Amargura, mientras en la casa mi vieja viendo sin excusa Proyecciones Militares al medio día y al caer la tarde Noche de Gala.

Recorte de periódico de Dinora Bendeck

¿Cómo no recordar las parrandeadas? tardes de alegría para calentar motores en el Drive Inn Maya o Jacks como preámbulo de noches que comenzaban en el Hungry Fisherman, El Oso Goloso, en Rock Castle o en Totem, para después sobrepasar la media noche en BocaccioMore, Rimayos, El Vencedor, El Maya o en Patines Plaza; lugares que vieron acción en décadas diferentes pero con el factor común de esa deliciosa parranda que Tegucigalpa ofrecía.

Foto de Mario Valenzuela

Viajes de campo familiares a sitios que son parte de la ciudad, El Cerro El Picacho para subir por las escalinatas del templo Maya, o para subirme a los aviones de guerra que en la cima se encontraban; chumpa y gorro, frío seguro, pero si íbamos con las gavias era por los Tubos del Bosque el camino a seguir, tantas historias y recuerdos como cuando llevábamos cestas de comida a las excursiones de Suyapa, lindo lugar donde ahora descansa mi vieja y quien sabe si yo ahí iré a parar.

Ermita de Suyapa

Querida Tegus, tengo tanto para recordar y contar, te llevo dentro de mi alma y siempre estarás en el lugar más lindo de mi corazón, Felicidades compañera de vida…


Una Respuesta a “Feliz cumpleaños mi Tegus, ¿cómo no quererte?”

  1. Tegucigalpaes y ha sido una ciudad muy linda nuestros abuelos y padres nos enseñaron a crecer amando nuestra ciudad llevándonos de la mano a recorrer cada calle,parque,cine,campo,cada lugar recorrido nos ha marcado con un recuerdo especial y creo que es también nuestra misión al ser padres enseñar a nuestros hijos a dar ése amor,respeto y admiración hacia nuestro lugar natal,cuidándolo contribuyendo cada uno para mantener limpio en todo aspecto nuestro hermoso nido que nos vió nacer,yo lo hago y mis hijos también,hagámoslo todos y haremos brillar nuevamente a Nuestra Hermosa Capital Tegucigalpa y con ella a Nuestra Hermosa Honduras☺

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