Hace poco le preguntamos al público sus tres deseos para El Centro. A esta humilde redactora—de pluma algo indolente—se le confió la tarea de catalogar y analizar los deseos de más de quinientos hondureños.

Entre ellos, pude distinguir varias corrientes de pensamiento y opinión, más de alguna frase resignada a un destino fúnebre, dos o tres vocecitas inspiradas y emocionadas. Reclamos, suspiros, diatribas y boconadas, mensajes de amor. Voces. Quinientas voces.

Destacando algunos de una lista muy larga, los capitalinos queremos: orden, seguridad, cableo subterráneo, reubicación de transporte público, limpieza y más arte y cultura.

Esto del arte y la cultura me pareció extraño, pues venía de una inauguración de obra abstracta esa misma noche, y la semana anterior había asistido a un recital de violín. Ni mencionar los versos de poemas infinitos, los artistas que frecuentaban el Paseo Liquidámbar…pero bueno: uno nunca puede tener suficiente de algo, ¿no es así?

El Cubo
Fotografía por Luis Andrés López

Hablando de arte y cultura, y de buscarle solución a los problemas, y de pedirle a Tegucigalpa que alce su voz, quisiera tocar el tema del Cubo.

El Cubo es parte de la iniciativa TransformaTEG, y busca transformar esos espacios nuestros que necesitan un poco de color y vida.

(Para conocer más sobre la iniciativa de MUA, podes leer esté artículo.)

Esta misma redactora recibió noticia un lunes por la mañana que un lado del Cubo se había quebrado.

¿Cuándo? Hace poco.

¿Quién fue? No se sabe.

¿Por qué?

Cubo Quebrado

Son estas y más las preguntas que nos hacemos. Vuelve Al Centro tiene como propósito la promoción de los atractivos del Centro Histórico; busca alejarse de la propaganda y la mala noticia, la queja y la castigación.

Pero no es queja, no es castigo, no es culpa la que busco asignar. Lo único que quiero hacer, como escritora ingenua, cipota alterada, redactora humilde, es alzar la voz. Tenemos la suerte de contar con organizaciones como MUA, que impulsan el cambio, que nos juntan al invitarnos a su mundo de colores y arte.

A veces es difícil imaginarse un futuro donde El Centro prospera, donde existe el arte y la cultura, y tal vez un cable menos en cada calle, y tal vez orden y seguridad y limpieza.

Y si, cierto también que es muy difícil traducir nuestros deseos en realidad. Trataron de quebrar El Cubo, símbolo de la paz y el arte en nuestro país, símbolo de esperanza y del poder de la voz hondureña. Pero por cada vándalo anónimo y confundido, existimos miles dedicados a mejorar.

No nos dejemos. No nos dejemos quebrantar el espíritu, la esperanza de aquel centro y aquella ciudad que tanto deseamos. Se puede: el cambio comienza con cada persona en Tegucigalpa.


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