El concepto moderno de líneas fronterizas marca espacios de territorios nacionales con nombres diferentes. En muchos casos, estas líneas no han logrado ponerle límites a lazos de hermandad y al origen común de millones de personas. Hablando de Honduras, dichas líneas fronterizas se van haciendo más finas y casi inexistentes, especialmente aquella línea que nos une con El Salvador. No nos divide, porque la esencia de los pueblos es la misma en gran medida.

Lencas a la iglesia – Foto de El Heraldo

Y es solo de escuchar como hablamos en ambos países esa lengua que nos heredaron los españoles…si no fuera por los modismos nadie es capaz de determinar si al que se escucha hablar es hondureño o salvadoreño. Nuestras comidas son de igual procedencia: la tortilla, el tamal, la chicha de maíz fermentado y el chilate, herencias de un pasado común que se faja entre mayas y lencas. Y más: héroes de independencia en común, sueños de progreso, unión y libertad–esos somos nosotros, países hermanos con más cosas que nos unen que las que nos separan.

El festival de la amistad

Es así que como una muestra de todo lo que nos une, se celebrará el próximo sábado 25 de febrero, “El Festival de la Amistad entre El Salvador y Honduras“, el que reunirá a más de 100 artistas de ambos países en el Parque Central de Tegucigalpa.

Dentro del programa se tienen contemplados bailes, música, arte y gastronomía de las dos naciones en un ambiente festivo que iniciará a las 10 de la mañana y concluirá cerca de las seis de la tarde.

Le invitamos a usted y a toda su familia a disfrutar a lo grande en esta fiesta de amistad.


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