Una de las delicias perdidas de nuestra capital son los sándwiches de basura. No se confundan: el nombre no tiene nada que ver con ella; es un nombre muy peculiar para una delicia que en los años 70 era uno de los atractivos gastronómicos de la capital. Dejemos que La Otra Honduras nos cuente de este delicioso recuerdo…
Por muy desagradable que suene su nombre, todos los que probaron esta delicia culinaria coinciden en recordarlo con añoranza. Lo mismo hizo don Raúl Lanza Valeriano en su libro “Arrastrando Lejanías” cuando nos decía:
En el entorno del viejo Teatro “Variedades”, igual que ahora, se podía comer toda clase de “chucherías”, especialmente los inolvidables emparedados de “basura” que hicieron famosos tres laboriosas damas de aquellos tiempos: May, Noy y María Cleofe.
Cada uno de aquellos deliciosos “sanguches” (sic) costaba, en su tiempo (décadas de los 30 y 40) únicamente veinticinco centavos de Lempira y consistía en un hermoso bollo de pan blanco relleno de una exquisita ensalada de repollo pasado por agua caliente, condimentado con salsa de tomate hecha en casa, especias, chile dulce, cebolla picada, sal al gusto y algo más que solamente ellas sabían preparar: Gallina guisada.
May, Noy y María Cleofe se turnaban los días de semana, pero los sábados y domingos competían las tres, ofreciendo su “manjar” criollo a su numerosa y fiel clientela, siempre al costado norte del Variedades, en sus clásicas zarandas higiénicamente protegidas con limpias mantas. La preferida era la hermosa May, jefa de laboriosa familia capitalina, cuyo tronco principal fue un caballero italiano propietario de una de las más famosas fábricas de calzado de aquellos tiempos: don Francisco Laitano (Panchoni), de grata recordación.
Las diligentes comerciantes aguantaban la competencia de don Chon Milián, ciudadano asiático también de grata recordación, quien durante más de 60 año dirigió hoteles y restaurantes de mediana categoría, donde su hospedaron especialmente diputados provenientes d los departamentos y comerciantes de toda clase…
Y ahora, Usted también lo sabe.