El centro de Tegucigalpa fue por siglos el sitio donde se realizaba toda la actividad comercial y ciudadana, desde la compra-venta de víveres e ir a la escuela, hasta el sitio donde se podía echarle gasolina al carro, de todo se hacía en el centro, de todo.

Solo es de imaginar en el tiempo cuando fue Villa, potreros, patios de cultivo, mercados, la casa de los ricos y pobres, las primeras escuelas, estancos, prostíbulos, lo bueno, lo malo y lo feo en un solo lugar, y así fue por siglos.

¡A echarle gasolina a la máquina!

Y llegó el día que las carretas impulsadas por caballos y bueyes fueron siendo sustituidas por los brillantes y ruidosos carros, vehículos que por supuesto necesitaban de sitios para abastecerse de combustible, ¿y donde ubicar las gasolineras?, pues claro, en el centro.

La venta de gasolina del centro- Foto de Hibueras Ancestral
La venta de gasolina del centro- Foto de Hibueras Ancestral

No existen registros de los primeros patios para carga de combustible pero afortunadamente se cuenta con los recuerdos y memoria colectiva al respecto, una de las primeras gasolineras se ubicó en la esquina de Banco de Occidente frente al edificio de Larach y Compañía, lugar donde hoy existe un estacionamiento donde seguro las máquinas se detenían para llenar el tanque ante la admiración de los transeúntes.

Esta gasolinera ya para la década de los 70 había desaparecido mientras su competencia “La Shell”  que se ubicaba en la parte Este del Cuartel San Francisco siguió funcionando hasta ya entrada la década de los 80, ambas fueron las dos gasolineras más céntricas de la capital.

La Shell de atrás del Cuartel San Francisco

Un poco más hacia las afueras del centro y sobre la avenida Gutemberg se ubicó otra estación gasolinera justo al lado de lo que fue el Teatro Presidente.

En el estacionamiento del Teatro Presidente se ubicó otra gasolinera.

La salida de Tegucigalpa inmediata al centro

Algo que no se percatan las nuevas generaciones es que una de las salidas de Tegucigalpa queda justo inmediata al centro y colindante con el Parque La Concordia, hablamos de la carretera de Miramesí desde donde se llega a la parte Oeste de La Tigra, en comunidades como Carpintero y El Piliguin, lugar donde por supuesto se abastecían de combustible las baronesas y carros que se dirigían a esa parte inmediata a nuestra ciudad.


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