Lo que conocemos como el centro histórico de Tegucigalpa y Comayagüela hoy era, en 1948, casi la totalidad del área urbana de ambas ciudades. Fue precisamente en ese año en que se inauguraron las obras públicas que hoy son de las más emblemáticas de la capital.

Calles de Adoquín

Los pavimentos de adoquín – Foto de Pinterest

Desde principios de la década de los ’40, las viejas calles de Tegucigalpa y Comayagüela que antes eran de piedra y de tierra comenzaron a ser sustituidas por una nueva carpeta de adoquines de piedra de cantera las que fueron labradas y colocadas en su sitio final por los reos de la Penitenciaría Nacional. Tales obras incluían pasos cebras, que se distinguen de las demás piedras por ser de un color más oscuro. Las obras concluyeron en 1948 y la ciudad tomó nuevos bríos.

Comunicaciones Eléctricas

Palacio de las Comunicaciones Eléctricas

El desarrollo de las comunicaciones eléctricas inició en 1916 cuando el Presidente Beltrán lideró la construcción de lo que finalmente se convirtió en el Palacio de las Comunicaciones Eléctricas en 1948, luego que se realizara una reforma y extensión general a la edificación.

Un Pequeño Aeropuerto

Tegucigalpa contó con el mejor aeropuerto del país en 1948

Desde 1921 los terrenos de El Llano sirvieron como pista de aterrizaje de aviones. Pasaron décadas y las necesidades de la aviación fueron creciendo y fue por esta razón que se decidió construir una moderna terminal en sustitución de la antigua que se reducía a un pequeño edificio. La obra del Aeropuerto Toncontín concluyó en 1948 y puso a Honduras como punto atractivo para la aviación comercial de la época.

El Parque de las Naciones Unidas

El Parque Nacional de las Naciones Unidas

El más grande e impresionante parque de la capital hasta el día de hoy es el Parque de las Naciones Unidas localizado en el Picacho. La obra, que involucró el trabajo de reos, inició en 1937 y concluyó en 1948. Fue inaugurada hasta el año siguiente con la presencia del Secretario de las Naciones Unidas y de ahí el nombre.

Estadio Nacional

Por décadas, el deporte fue alcanzando el apoyo requerido, y en 1948 la capital del país por fin tuvo un sitio digno para la práctica de los dos deportes de predilección de los hondureños, como lo eran el baseball y el fútbol. Fue precisamente con un juego de ambos deportes con los que se inauguró el Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino.

Allá en la Fuente…

La Fuente Olímpica

Frente al Estadio Nacional también se inauguró la Fuente Olímpica, un monumento de enormes dimensiones que fue retirado en la década de los 80 y cuyo paradero se desconoce.

Mi Monumento

El Monumento a La Paz fue una de las grandes obras de 1948
El Monumento a La Paz fue una de las grandes obras de 1948

Siempre en 1948 y como complemento del Estadio Nacional se construyó el Monumento a La Paz el cual es un símbolo de Tegucigalpa. Su construcción, junto a los espacios y áreas verdes circundantes, fue una de las últimas obras concluidas por Tiburcio Carías Andino solo en 1948.


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